Se estaba dando una ducha cuando la sorprendieron con una máquina de fotos. Luego ella siguió el rollo y se dejó fotografiar bastante más. Trabaja en un bar del centro de Madrid, y el día de las fotos llegó un poco tarde... a saber qué estuvo haciendo con su cuerpo, o qué le hicieron sus visitantes que no vemos... porque la verdad es que Clara está buenísima, se mire por donde se mire.
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